Todos los demás no me sirven, no me gustan, no los recuerdo. Lo único a lo que me lleva es a asegurarme, una vez más, de lo equivocada que estaba, de las lecciones que me iba a dar la vida... Que finalmente me las dio.
Hace algún tiempo, año y medio más o menos, me prometí a mi misma, no dar mi corazón a nadie. No mostrar más cariño del necesario. Me volví fría, inerte, seria. No quería regalar sonrisas en vano. Estaba cansada de piropos mal hechados, de te quieros falsos y los "te echo de menos" menos echados de la historia.
No me valía con un 'intentalo', 'olvidalo todo'.... Porque más allá del dolor, lo que sentía era decepción, no por nadie.. Sino decepción por mí. De una forma clara concisa, me la dieron con queso.... Y yo a lo único que me limitaba era a cerrar los ojos ante tantas evidencias.
Y así fueron pasando los días, las semanas e incluso los meses... Y yo seguía igual de fría, igual de rota.
Hasta que, un buen día alguien decide aparecer, y ya no solo se conforma con aparecer sino que tiene toda la intención de quedarse, en tu vida, en tu corazón... A tu lado.
Llegas a pensar si es verdad eso de los milagros, que dios te responde cuando ve que no te levantas. No obstante, una atea como yo, no puede permitirse el lujo de reconocer la posibilidad de la existencia de Dios. Por tanto, no sé que ocurrió, pero llegó.... Más bien llegaste, puesto que desde que estás en mi vida, siento que no quiero dirigir mis palabras a nadie que no seas tú.
Entonces todo el planteamiento trabajado durante seis meses, mi teoría de que no existe ese 'yo soy diferente', se cambió por un par de cubos y una muy, pero que muy, buena sonrisa.
La casualidad o la causalidad más bonita de mi vida. No puedo agradecerte que estés a mi lado, puesto que todavía esto no ha terminado... Solo puedo darte las gracias por ser así como eres, por quedarte aunque yo fuera con pies de plomo y blindada hasta el cuello. Por ayudarme en cada paso, en cada decisión, por darme tiempo... Y compartirlo juntos. Por quitarme los miedos y sacarme la más bonita de las sonrisas. Cuando te veo, siempre pienso lo mucho que hemos tardado en encontrarnos y lo guapos que vas.
Ser contigo, es más sencillo que ser sola. Te quiero.